Volver

Uno siempre vuelve un poco, porque el pasado tiene esa sensación de seguridad que ofrece lo ya vivido, lo que ya pasó... lo que fue.

No todo tiempo pasado fue mejor, pero es bueno saber quién eras durante ese momento, años atrás, y reconforta saber que fuiste capaz de sobreponerte.

primavera!

creo que soy alérgica. no sé si es la edad o la mala calidad, pero un día me levanté y empecé a sufrir con los plátanos orientales. o es alergia a stgo? al estrés? al ruido? al cemento? a la u? a la... vida?
ay, señor! soy una abuelita. ahora sólo podré comer gomitas y chupar dulces.

quién quiere ir a ver starsailor conmigo?

la vida con música de fondo

Qué increíble la capacidad que tiene una canción para hacernos recordar momentos especiales que teníamos guardados en un cajón polvoriento de la memoria. O quizás no debería generalizar y decir, simplemente, que la música tiene ese extraño poder en mí. Como la luna en el mar o las mamás en la vida de uno en general.

Me encontré un cd de hace un par de años, esos típicos compilados de mp3 para amenizar el viaje en metro o en bus. Fue extraño volver a escucharlo después de tanto tiempo... De pronto sentí que estaba otra vez en el metro, camino a la U, con cara de felicidad, o de tonta, por esos enamoramientos cortos-intensos-fulminantes típicos de laos 20 años. Me agarró la nostalgia (que cuesta que me suelte) y de nuevo era primavera y vivía entre el smog capitalino y era feliz por las tardes y temprano en la mañana.

Ahora recuerdo porqué no escuchaba Fobia hacía tanto tiempo! Es bueno acordarse, pero a veces no tanto. Pasan tantas cosas con música de fondo! La vida es una película con la banda sonora más espectacular de todos los tiempos. Es como ir al cine con megasorround, con olor, con el asiento que vibra y artefactos que te golpean en la cara.

Es como una película con secuelas. Muchas, millones de secuelas! Y para cada parte hay un compilado de música y colores y sabores distintos... y personas diferentes.

Uno piensa... yo pienso, que los amigos son para siempre, pero no. Y la música favorita de hoy, no es la misma de la próxima semana o la próxima media hora.

Sólo las cosquillas en la guata no pasan de moda, ni las caras de sorpresa, ni el pan con mantequilla o la cocacola, ni los chistes, ni la obsesión por las frutillas con crema...

Cuando tenga ochenta y esté arrugada como pasa, y más pequeña que ahora, escucharé Fobia de nuevo y me acordaré de esos tiempos en que fui más feliz que una lombriz, cuando me regalaron calas y girasoles y me abrazaron hasta quedarme dormida...

Viviendo la vida con música de fondo... cuál es su banda sonora favorita?

Es injusto

No se vale! yo me quedo acá acordándome de todo. me pongo a revisar los mails, las cartas y todas esas cosas q me dicen q estuviste por acá, de paso y sólo para mí.
me cagaste toda la filosofía, todas mis teorías a prueba de fallas. eras la falla que me faltaba para entender q la vida no siempre en el mar es más sabrosa.
antes era más fácil. cuando les daba por dedicar canciones o poemas y regalar rosas. pero después la gente regala otras cosas... un pedazo de la vida para mí, para ti.

dónde guarda uno todo esto? es q me sobra todo por todos lados. fito paez ya nunca será lo mismo. todavía lloro un poco con "la despedida".

vuelve mañana o pasado. yo sigo esperando en la misma estación de siempre, leyendo el mismo libro de pelevin, escuchando las canciones de toda la vida.

Copiar-Pegar

Parece que desde que nos descubrieron nos hemos especializado en el “copiar-pegar”. Primero, nos trajeron la lengua española y todas las demás extrañas costumbres del otro lado del Atlántico. De paso, nos importaron algunas enfermedades y se robaron todo el oro que pudieron (todo por el mismo precio). Pero aquí estamos, anhelando ser “de otro lado”, tener apellido extranjero, hablar otros idiomas y huir de este país que nos queda chico.

Vivimos en la cultura del “copiar-pegar”. Pero, ¿de qué sirve copiar costumbres y creencias que no nos pertenecen? No sabemos de dónde viene todo lo que traemos desde fuera, pero igual lo hacemos parte de nuestra identidad. Por ejemplo, ¿qué hacen los niños pidiendo dulces el 31 de octubre a las 12 de la noche? A esa hora todo niño decente debería estar durmiendo, decía mi abuela. Y el pobre Viejo Pascuero… ¿es que nadie es capaz de adaptarle el traje a nuestra navidad veraniega? Eso sí que es inhumano.

La mitad de las cosas que adaptamos a nuestra cultura no tienen patas ni cabeza para nosotros, pero ahí están. Y las hacemos perdurar como si fueran nuestras. Nadie le enseña a los niños mapudungún en el colegio o a bailar cueca sin odiarla. Pero todos sabemos que el 4 de julio es el día de la independencia de EE.UU. (¡Cómo no! Si hasta hay una película que se llama así. Son secos estos gringos, así nadie se olvida) y nos enseñan religiosamente inglés desde el kinder.

¿Y para dónde vamos?

¿Para dónde va Chile? Nadie sabe. Con tanto tratado de libre comercio, con estos de ser los “ingleses de América”, ya nadie sabe qué nos depara el destino. Los ingleses de América... suena mejor que “Los Pumas”, porque ese es el nombre de un equipo de fútbol mejicano ¡y los mejicanos son tan ordinarios! Los ingleses son otra cosa, tienen clase, hablan otro idioma y tienen reina ¡Figúrate! Acá teníamos Toqui, que chulo, como el Colo-Colo, el equipo popular. Los Ingleses tienen al Beckham y la Lady-Di, otra cosa.

Al final no importa si eres Subercaseaux o Edwards. Si dice chileno en el pasaporte, estás frito. Aunque tengas doble nacionalidad, si tu abuelo se fue de Italia fue porque estaba arrancando o era pobre, no eres italiano puro, no vale. Se joden todas tus aspiraciones de chileno promedio que lucha con todas sus fuerzas contra esta nacionalidad de medio pelo.

¿Qué tiene de malo ser chileno? Tomamos vino del bueno y tenemos bellos paisajes en el sur. Cuando finalmente nos damos cuenta de que somos chilenos y no hay mucho más que hacer al respecto, entonces la vida se pone más fácil. Nos damos cuenta que no hay que demostrarle nada a nadie y tanta aspiración con vistas a la extranjerización, se ve ridícula ¿A quién queremos engañar? González o Mackena, igual no más que bailamos regaetón en las fiestas, nos sabemos una que otra ranchera y ponemos los codos en la mesa.

Nadie se escapa a la regla.

Sobredosis de Julieta

eres para mí, me lo ha dicho el viento
eres para mí, lo escucho todo el tiempo

después resulta que se nos pasa el tren, que las cosas que dicen las gitanas por luca en cierto.
no sé, no sé. no compro la idea del sueño americano
no me leo el tarot, no masco tabaco, no le prendo velas a los santos
resulta que me enamoré una vez y hasta siempre
los planes no todas las veces salen tan bien como los flanes
y ni sé lo que digo. me cambiaron la hora y ando una hora atrasada en todo
cántame las noticias y dime que las cosas van a estar bien
me fumé uno de ésos hace tiempo y no me acuerdo de nada
mejor sacar la foto sin flash en primavera. aunque me den alergia los plátanos orientales

no hace falta que tú me cuentes todo, no quiero saber
sólo con mirarte ya puedo entender quién eres tú

cuántas veces vamos a enamorarnos de las mismas personas, cuántas veces me voy a enamorar de otras gentes
en cuántos años más voy a ver nevar en navidad

ven, te voy a mostrar por qué la vida nos puso en el mismo camino
ven, te voy a mostrar por qué estoy convencida que eres mío
ven, te voy a mostrar por qué la vida nos puso en el mismo camino

recoge las monedas del suelo. el que ahorra siempre tiene.
si bebe, no conduzca. si te digo algo, escucha
si te digo que te quiero, que no sea la última vez
si te vas a morir, me avisas
las almas gemelas no existen, o ya estoy frita.

estoy tan cansada de las canciones de amor, siempre hablan de un final feliz
bien sabemos que la vida no funciona así

sobredosis de julieta venegas el día de hoy.

carmela va a la ciudad

no soy cosmopólita. el exceso de gente me estresa, pero me estresa aún más la falta de ella. más bien me deprime en el sentido más deprimente de la palabra, excepto esas soledades autoimpuestas cuando es mejor compañía el silencio.

no soy tan tolerante a veces. no me gusta que me cuenten historias repetidas cuando estoy viendo tele, por ejemplo, en otros momentos las disfruto. definitivamente, una de las cosas que más me molesta, es que mi mamá siempre tenga la razón. son más que años de experiencia, es algo así como una vocación de servicio.

siempre he creído que, a pesar de todo, soy bastante más inteligente de lo que aparento. creo que me guardo para algún gran momento, un as bajo la manga, el conejo del sombrero. así que espero. sólo espero. mientras, amaso mis neuronas y abrazo mi estupidez algo nostálgica, mi falta de memoria y mi obsesión por los libros que huelen a tiempo.

me pregunto cómo será todo cuando descubra que no hay as bajo la manga...